La organización de la ciudad
La Ciudad de los Amantes se encuentra organizada en
dos niveles: local y barrial.
De la organización local se encarga el Ayuntamiento, ente físico con paredes, techos que son suelos, puertas y ventanas que a través del tiempo han llegado a poseer cualidades tan humanas como la capacidad de limpiar la ciudad, cobrar impuestos u organizar eventos culturales-deportivos. Otra función de gran importancia es la de acuñar los amores, la moneda local de la ciudad.
La organización barrial está a cargo de las Casas de los Amantes. Estas Casas, situadas en cada uno de los diferentes barrios, independientes aunque en constante conexión entre ellas, funcionan a la vez como lugar de reunión y encuentro y como lugar de oferta de actividades que buscan mantener viva la característica de los Amantes. Allí se pueden encontrar desde clases de macramé, hasta talleres de reflexología podal y conferencias sobre física, economía o literatura junto a un taller de chapuzas varias del hogar. Las clases de actividades físico-emocionales-espirituales también tienen mucha cabida y aceptación. Además, el salón de actos sirve a su vez de sala de exposiciones, de conciertos y de proyecciones.
Para hacer uso de sus instalaciones y disfrutar de las actividades y servicios que allí se ofrecen el único requisito necesario es vivir en el barrio e inscribirse en la Casa.
Además de ofrecer estos servicios, en las Casas de los Amantes se organizan y gestionan los pliegues del mercado, informando a los interesados de los pliegues por cubrir y registrando las nuevas necesidades.
Otra acción de máxima importancia que se realiza en las Casas es la de informar sobre el estado de las viviendas familiares, siendo este el único lugar al que se pueden dirigir los Amantes que quieran conocer cuántas hay en su barrio, cómo están organizadas y si están completas o tienen espacio libre.
Por último, pero no menos importante, estas Casas siempre han funcionado como lugar de encuentro y de conocimiento de las novedades tanto barriales como locales. Bien en el bar, bien entre sus salas y pasillos, normalmente se dirigen allí los Amantes que quieren ver y conversar con alguien conocido pero no con alguien concreto, justo en los momentos en los que cualquier Amante es bueno para echar un rato en compañía.
De la organización local se encarga el Ayuntamiento, ente físico con paredes, techos que son suelos, puertas y ventanas que a través del tiempo han llegado a poseer cualidades tan humanas como la capacidad de limpiar la ciudad, cobrar impuestos u organizar eventos culturales-deportivos. Otra función de gran importancia es la de acuñar los amores, la moneda local de la ciudad.
La organización barrial está a cargo de las Casas de los Amantes. Estas Casas, situadas en cada uno de los diferentes barrios, independientes aunque en constante conexión entre ellas, funcionan a la vez como lugar de reunión y encuentro y como lugar de oferta de actividades que buscan mantener viva la característica de los Amantes. Allí se pueden encontrar desde clases de macramé, hasta talleres de reflexología podal y conferencias sobre física, economía o literatura junto a un taller de chapuzas varias del hogar. Las clases de actividades físico-emocionales-espirituales también tienen mucha cabida y aceptación. Además, el salón de actos sirve a su vez de sala de exposiciones, de conciertos y de proyecciones.
Para hacer uso de sus instalaciones y disfrutar de las actividades y servicios que allí se ofrecen el único requisito necesario es vivir en el barrio e inscribirse en la Casa.
Además de ofrecer estos servicios, en las Casas de los Amantes se organizan y gestionan los pliegues del mercado, informando a los interesados de los pliegues por cubrir y registrando las nuevas necesidades.
Otra acción de máxima importancia que se realiza en las Casas es la de informar sobre el estado de las viviendas familiares, siendo este el único lugar al que se pueden dirigir los Amantes que quieran conocer cuántas hay en su barrio, cómo están organizadas y si están completas o tienen espacio libre.
Por último, pero no menos importante, estas Casas siempre han funcionado como lugar de encuentro y de conocimiento de las novedades tanto barriales como locales. Bien en el bar, bien entre sus salas y pasillos, normalmente se dirigen allí los Amantes que quieren ver y conversar con alguien conocido pero no con alguien concreto, justo en los momentos en los que cualquier Amante es bueno para echar un rato en compañía.